Poner una cocina americana es una gran alternativa para generar un espacio abierto y comunicado con el salón. De esta forma conseguiremos una gran sensación de amplitud y accesibilidad visual al resto de la casa, ¡algo realmente práctico cuando tienes niños pequeños y necesitas controlarlos mientras cocinas o hacen sus deberes! Inspírate con los siguientes ejemplos y verás que hay muchas opciones y muchos estilos que pueden adaptarse a tus necesidades.
Si añades unos taburetes al otro lado de la barra americana, además de para cocinar, podréis aprovecharla como mesa de comedor ¡2 en 1!
Si dispones de un espacio pequeño, la cocina americana te da la opción de tener un espacio extra de encimera, donde podrás picar los alimentos y crear tus obras culinarias.
Olvídate de aquellos tiempos en los que estabais todos apelotonados y cocinando de cara a la pared, ¡piensa en un espacio donde podáis cocinar en familia!
Una isla no es un mueble auxiliar, es un mueble lleno de posibilidades que puedes diseñar a tu antojo. Puedes almacenar todas esas cosas que nunca encuentran su sitio, e incluso… ¡insertar un asiento para tus pequeños o grandes invitados!
Además de aportarte espacio donde poder cocinar, una isla te permite almacenar infinidad de cosas en la parte inferior. ¡Guarda las fuentes y llénalas de sabor!
Cuando incorporas una isla en el centro se convierte automáticamente en el eje neurálgico de la cocina, alrededor del cual todos podréis reuniros mientras cocináis.
Crea un espacio en el que te apetezca disfrutar cocinando. Con una mesa de trabajo central, ¡le darás vida a tu cocina!