Imprescindibles a la hora de poner la mesa

Una vajilla es un retrato robot de cada familia: desde platos idénticos, pasando por aquellos gastados hasta las combinaciones de colores y formas más eclécticas. Sea como sea tu vajilla, lo importante es que tengas suficientes platos para terminar la comida: repite de postre si quieres pero nunca de plato. 

Una pareja, por ejemplo, tiene de sobra con una vajilla de 6. Una familia de 6 en cambio, necesitará 12 platos para no tener que hacer malabares cuando haya visitas. Sea como sea, ten siempre un par de repuesto:¡no vienen con alarma contra caídas! 

¿Y cuántos platos se usan por persona? Eso también depende de cada uno. Los necesitaréis más grandes o más pequeños en función de si sois una familia que coméis mucho o más bien poco. Eso sí, no te olvides del plato hondo y del bol pequeño para sopas y pasta. Añade a tu vajilla algunas tazas a juego para el café y el desayuno: te vendrán bien

Cubertería y cristalería son los utensilios con los que pasamos a la acción. ¿Qué menos que estén preparados para que puedas comer cómodamente? 

• Cristalería: Los vasos y copas te ayudan a disfrutar mejor de cada bebida. No es lo mismo degustar un buen vino que brindar a la hora del postre o tomar un zumo o una cerveza. Además, no tienes que gastar mucho dinero para que sean bonitos; así, si se rompen, no será una tragedia. Entre los básicos, necesitas vasos resistentes para el día a día, sobretodo pensando en los niños. Añade a estos, vasos de tubo para bebidas con hielo y 2 tipos de copas de vino: grandes para el vino rosado y tinto y pequeñas para el blanco. El colofón a tu juego de vasos lo pondrán las copas de champán, las jarras de cerveza y los recipientes para tus mejores cócteles: todo depende de cómo quieras sorprender a tus invitados Algunas te pueden servir incluso para presentar el postre. ¡Mira más ideas para tus celebraciones en La Escuela de Decoración!
• Cubertería: Si hablamos de cantidades, asegúrate de tener por lo menos el doble de cubiertos de lo necesario, ¡la mitad siempre está en el lavavajillas! Además, las cucharitas del postre ¡desaparecen cada dos por tres! Entre los básicos están los de siempre: cuchillo, tenedor, cuchara sopera y otra para el postre. Según tus comidas favoritas, añade algunos más específicos como cucharas para helado, tenedores para pasteles y cuchillos para carne o pescado. Ten en cuenta que la cubertería se adapta a ti en forma y diseño: las hay de estilo moderno, tradicional, clásico, contemporáneo... También puedes tener un juego a parte para que en ocasiones especiales ¡se vean relucientes! Y no te olvides de servir la comida: necesitarás probablemente un cucharón, un cuchillo para el pan y otro para tartas y cucharas y tenedores grandes para las ensaladas.

¡Si cuentas con ellos no se te escapará ni un bocado ni un sorbo!

Vestir la mesa de domingo, de noche romántica o de gran celebración puede ser tan sencillo y económico como elegir el mantel y las servilletas adecuadas. Hay muchas formas de cubrir la mesa y cada una te ayudará a enmarcar la reunión en un ambiente distinto. 

Puedes optar por un mantel entero que cubra toda la superficie: dará al evento un aire fresco y festivo. Cuando combines colores y texturas, recuerda la vajilla que pondrás para que la combinación sea perfecta. Una vajilla más sobria te permitirá jugar tanto como quieras con los estampados y colores de los textiles; si optas por platos y vasos más llamativos, elige un mantel y unas servilletas más neutros: evitarás saturar a tus invitados.

La guinda la pondrán las servilletas: no tienen que ser de tela si no te apetece lavarlas. Las hay de papel que estarán al nivel de tus manteles más elegantes y de cualquier ocasión: rojos para San Valentín, naranjas para Halloween o amarillos para Pascua. También puedes sorprender a tus invitados con servilletas dobladas como en un hotel de 5 estrellas, ¡prepararlas es más fácil que contar hasta 5!