Puede que en tu piso sólo dispongas de balcón como espacio exterior, sobre todo si vives en la ciudad, o puede que tengas una terraza espaciosa, incluso un jardín grande. En este articulo veremos tanto cómo hacer frente al espacio exterior de nuestra casa, así como aspectos de decoración importantes para tu balcón, terraza o jardín, al fin y al cabo son cosas de exteriores. Después de poner en práctica todo lo que aprendas, ¡te morirás de ganas de llenarlo de invitados!
Disfrutar de tu balcón o terraza en compañía no tiene que ser un problema. Puedes acomodarlos de varias formas, según como te sientas más a gusto.
Si eres una persona a la que le gustan los cambios y estar en constante movimiento, opta por muebles plegables, apilables y poco pesados. Además de poder modificar la distribución de tu balcón cada dos por tres te será muy cómodo hacer cambios.
Si tu estilo es más bien romántico, opta por muebles de aluminio y acero que además de bonitos, son prácticos y ligeros.
Pero si lo que de verdad te apetece es conseguir una terraza mimetizada con tu salón, prueba con muebles más robustos al tamaño de tu balcón que te permitan complementarlos con textiles y cojines (incluso combinados con los de la habitación interior). ¡Tu salón no tendrá fin!
Si no dispones de mucho espacio, lo mejor es usar muebles plegables que también tienen su encanto y te permitirán disponer de esos centímetros tan preciados de la forma en que los necesites. Además, las mesas pequeñas arrimadas a la pared o a la barandilla te dejan más espacio para disfrutar de tu balcón.
No renuncies a tu espacio con plantas en el balcón por no tener mucho espacio. Existen un montón de soluciones para tener tu zona exterior llena de vida por muy pequeña que sea: estanterías para tus plantas, maceteros colgantes o macetas con enganches para colgarlas de la barandilla. Tu pequeño jardín te dará los buenos días cada mañana.
Una buena forma de personalizar tu balcón sin ocupar mucho espacio es optar por usar textiles que hagan de tu zona exterior el sitio más acogedor del mundo. Combínalos entre ellos para cambiar de aires en cada estación: textiles más sobrios en invierno, y textiles más coloridos en verano.
Tener una zona de sombra es compatible con tu jardín, no necesitas tener grandes espacios para poder colocar una sombrilla. Con esta solución de base en media luna (que ocupa la mitad) podrás disfrutar de tu exterior con sombra sin renunciar a nada de lo que quieras tener allí.
Secar la ropa no te dejará sin espacio con esta solución para espacios reducidos. ¿Qué forma más ecológica y barata hay de hacerlo que con la luz del sol?
No renuncies a ninguna actividad por pensar que es pequeña. Ésta con tarima, gana un aire rústico que además combina a la perfección con tus plantas y con hacer ejercicio por las mañanas. Si además colocas una lona o toldo en la barandilla consigues privacidad a la hora de hacer deporte. ¡Así sienta muy bien!
En todo espacio pequeño, ¡cada rincón es aprovechable! Saca partido a cada milímetro de tu jardín con una estantería esquinera como ésta.
Coloca ganchos en la paredes para tener recogidos los muebles plegables que no estás utilizando. Si además lo acomodas con una mesa semicircular, ¡tu espacio se multiplica sin dejar de ser funcional!
Cuando dispones de un espacio exterior pequeño muchas veces te resignas a hacer en él todo lo que harías en una gran terraza. Vale, a lo mejor no podrás saltar a la comba mientras comes y tomas el sol en la tumbona, pero sí puedes utilizar el mismo espacio para todo. ¿Suena maravilloso, verdad?
Con ello no vas a necesitar brebajes mágicos para caber en un balcón o jardín equipado con todo: estante para plantas u otros objetos de exterior, banco para descansar y bajos con almacenaje extra que protegerán su contenido de la intemperie.
Y si lo tuyo es más la fantasía, te dejamos por último algo que seguro que has visto muchas veces y habrás dicho más de una de ellas que te gustaría tener, y al final nunca ha sido así, será el momento? ¡Un sillón colgante!