A veces dejamos de lado personalizar nuestro dormitorio porque lo consideramos lo menos relevante pero… ¿Qué es lo que diferencia tu habitación del cuarto de un hotel? Todos tienen una cama, un armario o una mesa, pero lo que verdaderamente te hará sentir que estás en casa es decorarlo para que solo te representa a ti.
Anímate a ver cómo con un par de retoques sencillos, tu habitación más íntima se convertirá en una extensión de ti.
Todos nos damos el lujo de ojear catálogos de dormitorios lujosos e imaginar que esas camas con cinco capas de cojines son nuestras. Las habitaciones de hoteles y los espacios de descanso de las grandes estrellas de cine nos hacen la boca agua, pero aun así siguen sin ser el dormitorio de nuestro hogar.
Ellos no tendrán tu almohada domesticada por tu lado favorito ni los cajones ordenados por colores como a ti te gusta. A una habitación de hotel, por muy bonita que sea, siempre le faltará una cosa importante que se consigue con tiempo y muchas experiencias acumuladas entre esas cuatro paredes: la personalidad.
Es cierto, es difícil levantarse un lunes por la mañana, pero apetece más hacerlo si estás cómodo en tu cama, rodeado de tus recuerdos y con tus cosas a mano. Si lo primero que ves al despertarte es un espacio lleno de momentos y objetos que son de tu agrado, seguro que no te levantas con los pies fríos.
Lo primero es recordar que hacemos mucho más que dormir en nuestra habitación y por lo tanto pasamos más tiempo del que pensamos en la misma. Un lugar tan íntimo tiene que ser muy tuyo. O vuestro. Cada mueble es una oportunidad para una nueva función, un matiz de color y personalidad con un textil o un apoyo para aquella actividad que te gusta hacer en el dormitorio.
Hacer un pequeño recordatorio de todo lo que da juego a la hora de personalizar tu habitación te ayudará a abrir la mente a la hora de innovar en la decoración de tu dormitorio. ¡Existen tantas posibilidades como personas dispuestas a hacerlo!.
Las paredes ubicarán tu dormitorio en un ambiente concreto y marcaran el espacio en el que lo elegirás todo para que sea el más íntimo y personal del mundo ¡Por eso el color de las paredes es muy importante!
Lámparas las hay de todo tipo, muy ornamentadas o por el contrario con un diseño sobrio. Muchas de éstas últimas son como un lienzo en blanco que invita a que te expreses para convertirlas en piezas únicas ¡atrévete a personalizarlas! Ya sea con colores o textiles, despierta tu estilo y atrévete con la iluminación decorativa.
Todos tenemos aquella foto con un significado especial. Se merece estar enmarcada en un espacio a la altura de lo que significa para ti, ¿verdad?
No te olvides de la cama, el mueble por excelencia. De el depende tu descanso y tu estado de animo. Ayúdate del cabecero que es una parte muy visible ¡expresará tu personalidad como ningún otro mueble!
Guarda un rincón para poner un tocador acompañado de un espejo y una lámpara. Lo agradecerás cuando quieras arreglarte el pelo, maquillarte o elegir qué accesorios combinan mejor con tu look de hoy.
Los objetos de tu habitación pueden tener muchos más usos de los que les das habitualmente.
¿Qué te parece si conviertes una silla en una original mesita de noche? Con un par de organizadores podrás crear un almacenaje a tu gusto.
Para aprovechar bien tu dormitorio puedes colocar una estantería encima de la cama con poco fondo. Ganarás espacio de almacenaje sin que el volumen del mueble dé sensación de agobio. Y para darle un toque personal puedes situar unas fotos en las puertas, ¡disfrutarás de unas vistas muy familiares!
Si te sobra espacio de almacenaje, el mejor acompañante para tus sueños es un vinilo de gran tamaño que ocupe toda la pared ¿Qué mejor para estar encima de tu cabeza todas las noches que un estampado con un diseño inspirador y relajante?
Crear un espacio recogido dentro de tu propia habitación es tan sencillo como reservar un pequeño rincón para separarlo con un biombo: ganarás incluso más intimidad si por ejemplo tienes otra cama ahí para los niños o la cuna del bebé.
Coloca un par o tres de baldas o módulos encima de tu cómoda. Además de aprovechar el espacio habrás encontrado un lugar de honor para tus libros preferidos. Los tendrás a mano siempre que quieras echarles un vistazo antes de ir a la cama y te despertarás todas las mañanas recordando todo lo que viviste con ellos.
Algunos accesorios además de completar nuestro look también pueden ser decorativos. Una vitrina puede convertirse en un expositor del estilo de uno mismo.
¿Porqué limitar las fotos de tus momentos felices a un pequeño espacio del comedor? Esa pared escondida y vacía en tu dormitorio es un lugar perfecto para dedicarlo a tu mural de la fama con los recuerdos que te tocaron el alma.
Existen muchas maneras de dar forma a esta exposición de intimidad, por ejemplo, combinando marcos que permitan extender este mural hasta que tu pared diga basta. Atreverse a combinar diferentes tamaños de marcos da dinamismo a tu dormitorio y alegra tus recuerdos. Prueba con una serie de marcos y siéntete como un verdadero expositor en una galería fotográfica.